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La historia del arte por mi idea
de Ely Phenix

René Magritte

El mensaje que lleva por mi idea Magritte es: “Cualquier cosa siempre soy yo”

Estoy sobre el autobús y todas las personas cercanas siempre soy yo.
Podría pintarlas todas exactamente como si fueran mi misma, con mi cara.

Todos hijos del Divino Gran Creador, todos parte de la misma Electricidad Espiritual.
Todo con un ADN que proviene del Cinturón de Orión, de los Pleiadians.
Cada uno diferente pero igual, exactamente como una piedra en cielo pintada como una nube.

Me soy preguntada muchas veces porque es tan importante esta experiencia física.
Es el primer modo de aprender ad Amar otra parte del Divino, diferente de nosotros.
Como muchos de nosotros, siempre me soy ocupada mucho de las otras personas y poco de mí y de mi cuerpo físico.

¡En cambio mi cuerpo físico me Ama más allá de cada límite y ama justo mi! 

Es el primer “extraño” fuera y diferente de mi que aprendo ad Amar.

Yo por ejemplo, no lo acepté, no lo reconocí, no lo quise, le hice mal, no lo respeté y no lo nutrí!

Es muy fácil ocuparse de los otros,
pero éste es el contorsionismo del Piloto automático.
En realidad, como bien dice el mensaje de Magritte,
todos somos uno,
todos iguales y todo diferentes.
Pero sólo cuando sabemos Amar el nuestro cuerpo físico,
podemos conocer el otro,
porque el otro no es mas que una parte de nosotros.
Sólo cuando comprendo que en este instante soy un grano de arena,
aprendo a conocer mi estructura,
a conocer mi forma y a interaccionar con los otros granos de arena.
Sólo entonces me doy cuenta de ser parte de una playa,
y que junto a otros granos de arena consciente,
todos iguales y todos diferentes,
puedo interaccionar con los otros,
así que la playa que somos sea capaz de acoger nuevas huellas.
Pero primera tenemos que partir de nosotros,
reconocer nuestro Piloto,
nuestra Divinidad, ad Amar nuestro cuerpo físico.
Qué hacemos aquí?
Por mi cuenta, aprendemos a recibir voluntariamente el Amor del Divino Gran Creador y luego a donar Amor.